De todo un poco

Aquí os escribo un texto que he leído y me parece que tiene mucha razón....

"Hace unos días, en una tertulia sobre la frustración, insistíamos en que ésta llega cuando nos sentimos desilusionados, insatisfechos o tristes al no conseguir lo esperado. Pero la frustración en sí misma no es negativa, es una realidad; y nos iría mejor si en lugar de hundirnos, la recondujéramos y aprendiéramos de las experiencias. Conviene que niños, jóvenes y adultos desarrollemos recursos que nos permitan afrontar y superar esas frustraciones. El problema surge porque muchas personas tienen un nivel de tolerancia de frustración muy bajo y, a la mínima, se sienten hundidos. En tono simpático, os muestro una receta que ofrecí en esa tertulia: mezclemos 3 dosis de realismo, 4 de esperanza, 5 de relatividad, 6 de imaginación y 7 de alegría. Aigemos y servamos la mezcla en copas grandes. Beberemos 2 litros los días fáciles y 4 los días difíciles".




Mirad estás imágenes, ¡¡¡son muy curiosas!!!






           


























Este es otro texto...muy bonito.



Cuantas veces hemos deseado borrar un dia, un instante, un momento, hasta un año de nuestras vidas a borrarlo todo y vaciar nuestra memoria. 
Cuantas veces no deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo,
 recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar. Algunos simplemente no esperan nada del tiempo. Da lo mismoregresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su paso y se marchan con lágrimas y un largo adios. Si desearamos en algún momento perder completamente la memoria y plegarnos por ejemplo a la frase "comezar de nuevo" ¿cuántas cosas no perderíamos? serían como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza y luego se extrañan. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez. Quedarían atras los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a un gran amor, los brazos mas cálidos, el día que pensamos que se iba a caer el mundo, el dolor más hermoso, la sonrisa mas esperanzadora, el nacimiento del sentimiento más puro. ¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de bellos recuerdos? dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades por soñar con un futuro perfecto que no existe o un pedazo de cielo donde no sabemos que nos espera.
      
¿Vale realmente la pena perder la memoria?